Una vez superada una lesión, debemos procurar que cada parte de la mano tenga el máximo movimiento y el mínimo dolor posible. Pero la capacidad y las habilidades de nuestras extremidades superiores no sólo dependen de la capacidad de generar movimiento.
La destreza fina de la mano y la coordinación de los brazos está íntimamente relacionada con los planes motores almacenados en el cerebro, su patrón de uso, el equilibrio corporal, los objetos y las tareas que tenemos delante.

Según la Sociedad Española de Neurología el ictus es la primera causa de discapacidad en el adulto, pero existen otras causas que provocan daño cerebral como son los traumatismos o los tumores. Se producen pues diversas alteraciones en las funciones corporales que menoscaban la funcionalidad de las personas. La Neurociencia, destaca la rehabilitación como herramienta imprescindible en la lucha contra sus secuelas.

Si tienes dificultades para caminar, ayudaremos a conseguir realizar unos desplazamientos más seguros y coordinados por cualquier superficie y terreno, con obstáculos o con tráfico de objetos y personas, con la adecuada estabilidad y velocidad para poder disfrutar con la máxima autonomía de cualquier actividad en la que te dispongas participar.